Profesor de ELE en apuros

Reflexiones, miedos, dudas, aciertos y desaciertos de un profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), interesado por la aplicación de las TIC y las técnicas teatrales a la educación, la literatura, el cine y el concepto de competencia intercultural.

miércoles, 24 de junio de 2009

La generación "ni-ni" (ni estudia ni trabaja)

Hace unos días apareció un interesante artículo en El País sobre la generación joven a la que se aludía como la generación ni-ni (ni estudia ni trabaja). En aquel momento decidí compartir el link en Facebook y en Twitter pero, tras ver que en Facebook se ha creado un interesante debate sobre el tema, he pensado colgarlo también aquí, con los comentarios de Facebook, por si el debate continúa a través de comentarios a esta entrada.

Comentarios en Facebook:
  • Aida: Muy interesante.
  • Marisa: A mi me ha encantado el articulo porque me ha hecho mucha gracia el nombrecito de marras... hasta complejo me va a entrar porque, por lo visto, yo no pertenezco a ninguna generacion... la mia va a ser 'la generacion de na de na'...
  • Boris: Vamos... que los peores de la historia seremos nosotros, no? bueno... habrá que estudiar por qué somos tan conformistas, no? Igual nos han estado poniendo la vida fácil.
  • Unai: Interesante el tema, Guillermo. Pero no tan interesante el artículo.
    A mí me parece que no clarifica mucho las cosas, más bien tira de topicazos y frases hechas. No me parece de recibo mezclar la actitud de unos jóvenes y la de otros.
    No es lo mismo el que vive en casa de sus padres hasta los 30 y tantos porque las cosas están difíciles, pero así todo ahorra, se labra un futuro... que el que vive en casa de su padres hasta los 30 y tantos (o más), porque vive de lujo y no tiene por qué luchar.
    A mí me parece que el artículo no hace demasiada distinción, y creo que debería.
  • Yo mismo: Vaya, me alegro de que haya generado tanto comentario el link.
    Marisa: Tu generación seguro que tiene nombre, a mí me suena que sois la generación X, aunque no sé a qué viene la X. :-)
    Boris: estoy contigo. Somos una generación que ha tenido muy pocos sobresaltos, en comparación con las anteriores.
    Unai: No estoy del todo de acuerdo contigo. No creo que el artículo use tantos tópicos, sino generalizaciones imprescindibles para poder analizar a una generación, que en sí ya de por sí es una generalización. Quizás uno de los grandes tópicos sea el del conformismo, el pragmatismo y la ausencia de ilusión y utopía en nuestra generación, pero sinceramente creo que tiene poco de tópico. Creo que somos la generación más asentada en el pensamiento dominante y menos crítica de las últimas. Esto no quiere decir que no haya jóvenes implicados en movimientos sociales de todo tipo, pero el número es mínimo y, en general, la conciencia socio-política crítica es muy pobre.
  • Unai: Es que, de hecho, no se puede etiquetar a una generación, y menos de esa manera. ¿A cuántos conocemos que sí estudian y sí trabajan? Yo a muchos/as, desde luego.
    El artículo confunde el culo con las témporas. Resulta que el contexto socioeconómico que vivimos es adverso, por tanto, vienen a decir que los jóvenes se desmotivan y no luchan por nada.
    Tampoco existen las razones que tenían nuestros padres para luchar. No existe un factor cultural tan represivo. Pero es que, al mismo tiempo, el contexto al que me refería antes es muy difícil de cambiar. Estamos hablando del capitalismo económico (precariedad laboral, precio de la vivienda elevadísimo...) y cambiar eso no nos compete sólo a los jóvenes. Luego salen unos cuantos "adultos" y dicen que los jóvenes no luchan. Claro. Y se amparan en esa "nueva" casta de chavales que baten el record de vagancia y de irresponsabilidad, desesperando a sus padres, y tocándonos las narices un poco a los profesores.
  • Aida: Yo creo q el artículo sí q dice algunas cosas interesantes, aunque no nos guste leerlas o no nos sintamos identificados/as. Y es imprescindible generalizar, no podemos hablar caso por caso de cada jóven...
    Yo creo q es cierto que somos una generación que se moviliza poco, un tanto apática, que no hemos vivido en nuestras carnes situaciones ante las que movilizarnos colectivamente porque hemos tenido una situación de seguridad y necesidades cubiertas sin precedentes. Somos una generación individualista (no en su sentido negativo, que tal vez también, sino en su sentido literal).
    Sin embargo, esto no quiere decir que no se nos presente un contexto político, económico, cultural y social en el que es necesaria mucha reivindicación, movilización y cambio. Pero la coyuntura económica de "crisis" y precariedad en la que estamos nos nubla un poco la vista...
  • Marisa: Pues mira, no se si 'X', 'Y' o 'Z', pero si te has leido el articulo que precisamente viene hoy en El Pais sobre la gente que como yo estamos cerca de los 40 y que somos 'demasiado viejos' en el mercado laboral (encima con discriminacion laboral y todo)... ya no se si lo mio es generacional, coyuntural o de que :) O sea, que despues de tanta lectura... ya no se ni lo que soy, vamos. Quizas la 'Generacion ?' Y me imagino que aqui se puede aplicar lo unico que saque en claro de mis clases de estadistica: que la correlacion no implica causacion, aunque haya correlaciones notorias y destacables entre determinadas variables... no se puede generalizar, tampoco se puede ir caso por caso... pero la verdad es que, basado en lo que veo con mis hermanos (todos profesores)... vale que les ha tocado vivir en un momento complicado, pero algun@s alumnit@s se aprovechan y son de un autocomplaciente que te pasas... menos mal que luego hay gente como tu para contrarrestar ;)
  • Yo mismo: Yo sigo pensando que el artículo es bastante acertado en sus apreciaciones, más allá de la denominación que ha dado a nuestra generación. Creo que la situación económica es muy grave pero eso no es excusa para no actuar y los jóvenes, en particular, deberíamos ser la vanguardia de cualquier movimiento social contra ese capitalismo galopante que nos ha llevado a la situación actual. Y desde luego, creo que existen mil situaciones tan graves como otras del pasado por las que luchar: precariedad laboral, ecología, interculturalidad e integración (que no asimilación) de los ciudadanos inmigrantes, igualdad, ayuda al desarrollo... De todas formas, me da la sensación de que la base del debate que hemos ido creando está más bien en la problemática de generalizar con una generación. En mi opinión, el problema es el mismo concepto de "generación", muy desusado ya en ámbitos como la teoría literaria, pero que en la sociología y en el imaginario popular sigue usándose con normalidad. Cualquier artículo, libro, etc. que intente hablar sobre las características de una generación tendrá que generalizar debido al concepto mismo de "generación".

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viernes, 19 de junio de 2009

Reflexión sobre la observación de aula

Hoy tengo el día libre así que voy a aprovechar para ponerme al día con algunas de las entradas que tengo pendientes desde hace tiempo. La primera es ésta. Desde hace tiempo la tengo guardada como borrador en mi escritorio personal de Blogger y otras entradas posteriores en el tiempo se han ido publicando con anterioridad.

Volviendo a los orígenes de este blog, quería usar esta entrada para reflexionar sobre las observaciones de aula que realicé, allá por abril, para el proyecto de mi memoria de máster.

Unidad de Cuidados Intensivos para Gafas Gomelas

Duración de la observación: 4 clases de 50 minutos (el tiempo que duró la actividad).
Actividad observada: Actividad de expresión escrita cuyo objetivo consistía en la creación colaborativa de un texto argumentativo, a través del trabajo en grupo en todas las fases de la composición del texto y la corrección entre iguales.
Objetivos de la observación:
  • Contrastar la visión de la actividad ofrecida por la profesora en la entrevista personal con la puesta en práctica (observar si se corresponden los objetivos teóricos con la realización práctica, fundamentalmente).
  • Observar de qué forma lleva adelante la profesora la actividad, qué aspectos de la misma enfatiza, etc.
  • Observar en primera persona la respuesta de los alumnos ante la actividad y su implicación. Contrastar mi visión con la expresada por la profesora en la entrevista.
Reflexión sobre la observación:

La experiencia fue muy buena. Además, como ya había observado varias clases antes de ésta, noté que me resultaba mucho más fácil estar pendiente de la clase e ir tomando mis anotaciones al mismo tiempo para luego tener un informe fiel de lo sucedido en el aula. Mi atención se centraba por completo en la actuación de la profesora, su forma de desarrollar la actividad que me había presentado en la entrevista y en la respuesta de los alumnos, su motivación, su implicación y su trabajo de expresión escrita colaborativa. Grabé el audio de toda la actividad para poder volver a ella en el momento de análisis, aunque la transcripción de las sesiones está siendo realmente dura. A la profesora se la entiende muy bien porque habla de forma clara y con un tono de voz alto, pero transcribir lo que los alumnos dicen es casi imposible. En cualquier caso, tampoco creo que esto vaya a ser un grave problema puesto que en mi trabajo me centro en el análisis de creencias de la profesora.

Uno de los aspectos más interesantes de la observación fue constatar lo que ha venido en denominarse la paradoja del observador. La clase estaba distribuida en forma de U y yo me situé detrás de los alumnos, donde en principio sólo me veía directamente la profesora. Los alumnos de los laterales de la U también me podían ver fácilmente pero no estaba directamente en su campo de visión. Sin embargo, se daba la circunstancia de yo conocía y mantenía una buena relación tanto con la profesora (compañera de departamento) como con la mayoría de los alumnos (algunos de ellos incluso alumnos míos en otra clase). Esta circunstancia hizo, por un lado, muy fácil la observación porque yo no era un elemento extraño que de repente entraba en clase sino que era alguien conocido. No obstante, por otro lado, mi cercanía tanto con respecto a los alumnos como a la profesora logró que, en determinados momentos, yo pasara de ser un elemento que tendría que "estar sin estar" en la clase a alguien a quien los miembros de la clase involucraban en la misma. Me explico: la profesora, a veces, cuando los alumnos trabajaban en grupo o individualmente, se me acercaba para comentarme algo sobre la dinámica de la clase o para que me fijara en cómo trabajaba algún grupo (generalmente para apoyar alguna de sus opiniones vertida en la entrevista). Otras veces ocurría que algún alumno, a quien tenía sentado cerca de mí, se dirigía a mí para preguntarme sobre lo que estaba haciendo en mi proyecto. En un primer momento, esas irrupciones mías en la situación observada me ponían un poco nervioso puesto que me parecía que estaba interfiriendo en lo observado. Sin embargo, al reflexionar sobre ello, he llegado a la conclusión de que mis interferencias no han distorsionado las clases observadas y mucho menos siendo mi área de interés las creencias de la profesora y su puesta en práctica de una actividad de expresión escrita.


ETA NO

Fuente de la foto 1
Fuente de la foto 2

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miércoles, 17 de junio de 2009

La muerte del abogado Ricardo Rosenberg

Un amigo publica hoy un reportaje sobre Guatemala así que me habéis a permitir que le haga un poco de publicidad. Es un interesante reportaje sobre el asesinato del abogado Ricardo Rosenberg y la difícil situación en la que puso dicho asesinato al gobierno guatemalteco tras aparecer una cinta de vídeo en la que el propio Rosenberg acusaba al mismísimo presidente de su posible asesinato. Lectura muy recomendable para conocer los bandazos que ha dado la investigación sobre el caso.

Podéis leerlo en el siguiente enlace.

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lunes, 15 de junio de 2009

Primera noche blanca de Bilbao

Tengo unas cuantas entradas pendientes de publicar, alguna de ellas desde hace ya un par de semanas. Sin embargo, hoy no me voy a dedicar a lo pendiente, sino a lo más reciente. Voy a hacer de reportero callejero por las calles de Bilbao.

Este sábado se celebró la primera Noche Blanca en la ciudad, con motivo del 709 aniversario de la fundación de la villa por Don Diego López de Haro, señor de Vizcaya. Las calles se llenaron de gente que salió a disfrutar de las fanfarrias, los espectáculos culturales y la apertura de museos y edificios históricos hasta las 2 de la madrugada. Un servidor estuvo deambulando por las diversas actividades, disfrutando del ambiente y sacando algunas fotos y vídeos. Aunque el pasear por el Museo de Bellas Artes con música en directo y la danza contemporánea dentro del Guggenheim no estuvieron mal, sin lugar a dudas lo mejor de la noche fue el espectáculo de luz, color y danza que organizaron en la plaza del Teatro Arriaga. Impresionante. Os dejo una pequeña muestra en los siguientes vídeos. Además, en diferentes zonas de la ciudad, se instalaron "esculturas" con montajes de luz (la mejor, sin duda, los bidones que cambiaban de color).

Espectáculo del Teatro Arriaga:






Bidones de luz:


Una fanfarria genial (consiguieron hacernos bailar a todos):


Enlace a álbum en Flickr

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jueves, 11 de junio de 2009

Reseña de cine: Los hombres que no amaban a las mujeres

Esta pensaba ser la entrada con la que inaugurara junio pero, por unas cosas u otras, finalmente se ha convertido en la tercera entrada del mes. Hace semana y media fui al cine a ver la adaptación cinematográfica del best-seller que ha arrasado en las librerías este año. La primera parte de la trilogía Millenium, Los hombres que no amaban a las mujeres, la leí hace unos meses. El libro me pareció muy interesante y entretenido, desde las primeras páginas, y logró quitarme unas cuantas horas de sueño durante los días en los que me enfrasqué en su lectura. En cuanto tuve la oportunidad, me hice con la segunda parte y la devoré también, con la curiosidad del lector que quiere saber qué les ocurre a los personajes que tantas horas de placer le han otorgado. Esta segunda parte me decepcionó un poco, digamos que le sobraban hojas, y la historia no logró en ningún momento engancharme de la misma forma en que lo había hecho el primer volumen, pese a tener momentos de gran tensión. En cualquier caso, habiendo leído ambas partes, a los pocos días de saber del estreno cinematográfico me fui al cine a ver qué tal se les había dado la adaptación.

Más allá de las decepciones iniciales al ver que los actores no se parecían en nada a los personajes que me había imaginado, tengo que decir que la película logró algo que, de entrada, no creía posible: me enganchó y mantuvo en tensión hasta el final pese a saber perfectamente qué iba a ocurrir en cada momento. Aunque sólo fuera por esto yo diría que ya merece la pena ir a verla. Centrándome en lo que se refiere a la adaptación, la película sigue de cerca al libro. En ningún momento se aparta de él, más allá de la omisión de detalles y líneas argumentales y de la asociación de algunos sucesos a personajes diferentes para evitar dilatar la historia. El único argumento que se echa en falta, ya que abre una línea argumental muy interesante en el libro, es la investigación de Mikael Blomkvist sobre algunos grupos empresariales suecos, pero como bien dice Eduardo en su blog: "no veo por qué razón debe exigirse a una producción europea ese plus de trascendencia, respetabilidad intelectual y audacia ideológica que no suele pedirse a las grandes producciones norteamericanas."

Quizás el mayor logro de la película es conservar el aura de misterio y el carácter enigmático que rodean al personaje de Lisbeth, de modo que tanto en el libro como en la película su personaje devora por completo al otro protagonista: Mikael. Desde luego, en mi caso, según leía la novela, siempre estaba deseando que volvieran las páginas en las que el autor se centraba en Lisbeth. Con la película esto era menos evidente, sin embargo, su personaje continuaba siendo mucho más seductor para el espectador que el de Mikael, un personaje plano en comparación con el de ella (al menos en mi opinión).

Así que si habéis leído el libro y os ha gustado, os recomiendo la película porque aun conociendo el argumento consigue mantener la tensión del espectador hasta el final. Y si no, pues puede ser una buena forma de pasar una tarde entretenida.

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lunes, 8 de junio de 2009

Efeméride: 100 entradas en "Un libro al día"

El blog "Un libro al día" publica hoy su entrada número 100. Como participante en este blog de reseñas literarias, quería hacerme eco de este momento importante para un blog joven que busca colaboradores interesados en participar en la aventura de reseñar sus lecturas favoritas.

Si todavía no os habéis pasado por él, aprovecho la efeméride para recomendároslo.

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miércoles, 3 de junio de 2009

El diccionario como estrategia de autoaprendizaje

Hace ya tiempo compartía en este blog una presentación que preparé para el curso de Español Académico titulada "El diccionario como estrategia para el autoaprendizaje". Algunos meses después me decido a volver sobre este tema pero, en esta ocasión, desde una perspectiva diferente: la del alumno. Me explico.

Llevo todo el año estudiando euskera, una asignatura pendiente desde que terminé Bachillerato y con ello mis clases de euskera. Durante la carrera me apunté a clases en segundo curso pero, por falta de tiempo entre otras cosas, acabé dejándolas. Este año, por fin, he vuelto a retomarlas. Tengo aproximadamente un nivel B1, destaco más en comprensión oral y escrita y en expresión escrita, pero desde siempre me ha costado bastante la expresión oral.

La experiencia de dar clases de ELE mientras yo mismo soy estudiante de otra lengua me parece de lo más enriquecedora. Me ayuda enormemente a reflexionar sobre mi actividad docente a partir de mi experiencia como alumno y a partir de la observación de la actuación en el aula de otro profesor. Por otro lado, como alumno soy muy exigente y tampoco me considero un alumno de idiomas fácil, puesto que en general me cuesta entrar en actividades de interacción oral debido a que soy bastante tímido y, mucho más, cuando no domino una lengua. Hasta que no noto que tengo un cierto nivel de expresión oral, como para no quedar en ridículo, me cuesta mucho expresarme y participar en las conversaciones -al menos en grupo grande- de la clase. Esto me ayuda mucho como profesor para darme cuenta de que exactamente lo mismo les ocurrirá a algunos de mis alumnos.

En cualquier caso, retornando al tema de la entrada, el diccionario se ha convertido en mi mejor amigo como estudiante de euskera. Sin lugar a dudas, es la mejor compra que he hecho como estudiante. Me compré, en la Azoka de Durango, una edición de bolsillo del diccionario Elhuyar -altamente recomendable-, pequeña, manejable y fácilmente transportable todos los días a clase. Desde entonces todos los días me acompaña a clase y se ha convertido en una herramienta de estudio imprescindible.

La situación es curiosa puesto que, como profesor, siempre me ha parecido curioso que mis alumnos trajeran diccionarios de bolsillo (o enormes diccionarios) a diario al aula. En cierto modo, me he dado cuenta de que incluso me molestaba: "Para qué lo traen si me tienen a mí para preguntarme lo que necesiten". Ahora desde la perspectiva del alumno he sido consciente de su gran utilidad. Por un lado, como alumno tímido y al que no le gusta demostrar que no sabe algo, uso el diccionario para no andar preguntando al profesor constantemente palabras cada vez que me enfrento a alguna actividad (muchas de ellas de traducción castellano-euskera, hábito que sigue muy vigente en el ámbito del euskera como L2, por lo menos por lo que conozco desde mi experiencia como estudiante). Por otro lado, el diccionario me ayuda a resolver actividades cuyos contenidos conozco y, en consecuencia, sé completar, pero que, al no conocer algunas palabras, me veo incapacitado para hacer correctamente el ejercicio. También es cierto que a veces abuso de su uso, por ejemplo, en prácticas de expresión escrita en las que debería evitarlo para acostumbrarme a la situación de los exámenes oficiales. No obstante, en general, lo considero muy beneficioso.

Después de vivir esta experiencia como alumno, lógicamente, me ha cambiado mi percepción del uso del diccionario. Hasta ahora lo percibía como una estrategia de autoaprendizaje muy útil pero, sobre todo, para el espacio fuera del aula. Hoy por hoy, entiendo que la utilidad del diccionario se extiende también al aula y que puede ser de gran ayuda para cualquier alumno.

Y después de esta "breve" reflexión con la que inauguro junio -qué buen tiempo tenemos en Bilbao, ya era hora-, me despido hasta los próximos días. Estoy preparando una reseña de la película "Los hombres que no amaban a las mujeres" y una reflexión sobre el uso de los blogs en mis clases de teatro (a este último párrafo le falta el logotipo de "Publicidad" que suele aparecer en la televisión :-)

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