Nico: auxiliar docente
Hace un par de días prometí dedicarle una entrada a Nico, el pato de mi departamento que siempre viene a mis primeras clases. Éste es Nico:
Lo primero que tengo que decir, para que mi compañera Leyre no se enfade y me escriba comentarios intimidatorios a esta entrada :-), es que Nico no es mío. Es el pato (o pata) de mi departamento. Siempre está en mi mesa de la oficina, sentado de una taza de colores.
Nico es la mejor herramienta que tengo para cualquier presentación de un curso. Siempre viene conmigo a mis primeras clases y me ayuda a que mis alumnos y yo nos presentemos el primer día. No es ninguna manía, supersitición o algo por el estilo, simplemente me funciona y rompe un poco los esquemas de mis estudiantes. Digamos que me encanta llegar el primer día con un pato de peluche a mis clases :-)
Así que Nico aparece en el primer día de mis clases, primero lo presento a él (o a ella, porque lo presento como un pato/a ambiguo) y luego se lo lanzo a algún alumno para que el susodicho se presente. A continuación, ese alumno debe lanzar a Nico a otro para que se vaya haciendo una cadena de presentaciones. Nico termina en mí y en ese momento yo aprovecho para presentarme.
Poco más tengo que contaros, sólo deciros que además de ser mi auxiliar en mis clases, presento a Nico como mi secretario o secretaria puesto que siempre está en mi mesa. Siempre les digo a mis alumnos que si quieren visitarlo, se pueden pasar por la oficina. :-) Aunque con la cara de mala leche que tiene y sus pelos punkies, a lo mejor les intimida.
Etiquetas: experiencia, juego, presentación
4 comentarios:
Yo en alguna ocasión he pensado hacer algo así, pero siempre me ha dado vergüenza por si a los alumnos les parece algo infantil ... qué reacciones tienen al presentarte con el peluche?... ¿no ponen caras raras?
un saludo
:-)
Yo creo que en general les gusta. Es como si llevaras una pelota pequeña, pero al ser un pato pues te da la oportunidad de presentarlo a él primero y así les das también un modelo de presentación para que sepan qué pueden decir cuando les toque a ellos. Siempre hay algún alumno que pone una sonrisa irónica (que supongo que querrá decir: ¿y esto qué es?), pero en general la reacción es muy buena. Eso sí, al pato lo presento con una pizca grande de "cachondeo". También puede ayudar el que mis alumnos tengan entre 19 y 22 años.
Yo probaría alguna vez. A mí me funciona siempre bien.
¡¡¡¡Qué genial me parece lo del pato!!!! Aunque sí que supongo que lo de la edad de tus alumnos será un factor positivo. Si es que la imaginación y el humor son sin duda las mejores armas...
Creo que probaré algún sistema parecido si algún día me toca dar clase a un grupo en el que los estudiantes no se conozcan entre ellos :)
Pruébalo, de verdad. Te sorprenderá :-)
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio